lunes, 14 de enero de 2019

La invasión de los anglicismos

En los últimos años ha crecido la presencia de los anglicismos. Hay ocasiones en que son necesarios porque no hay otra palabra en español que los sustituya (software) pero en muchos casos son innecesarios, porque sí existen equivalentes en español.


  • Mateo Hernández descubrió que la amenaza del Black Friday no afecta solo al comercio, también a las empresas.


  • A Lucía Lana le llamó la atención esta invitación a tomar pizza ¿para turistas ingleses? Al menos tienen la atención de traducir «take away» al español para que los clientes sepan que se la pueden llevar a casa.





  • Jaime y Sofía González aseguran que La floristería de Rosa o Floristería Rosa quedarían mucho mejor que el genitivo sajón Rosa's que, desde luego, no suena muy español.







Confusiones ortográficas y gramaticales

Los guardianes de las palabras, además de levantar acta de la epidemia contra la tilde en las mayúsculas que hemos podido ver en la entrada anterior, también han hallado otras faltas ortográficas y gramaticales.

Adrián Cueto nos aporta este detalle de una carta de restaurante en la que convierten la parrilla en parilla, quizá por influencia de los mariscos (que no marriscos.)



Uso de ‘r’ y ‘rr’. RAE



La guardiana Lucía Lana trae el problemático uso de las perífrasis Deber + infinitivo y Deber de+ infinitivo. Mal empleada en esta información a una comunidad de vecinos, se convierte a la ordenanza municipal en una suposición (deberán de sacar a la calle) y no en una obligación (deberán sacar a la calle), que es la opción correcta.




¿Dónde están las tildes?

Los guardianes de las palabras de 1º de ESO B han salido a las calles de Oviedo para investigar los usos indebidos de nuestro idioma que se esconden en rótulos, avisos, anuncios, letreros o carteles que están al alcance de la vista en la vía publica. Gracias a ellos y a su profesora Carmen Jardón hemos descubierto que las tildes parecen no formar parte de la lengua española, habida cuenta del número de veces que están ausentes en nuestras calles.

  • Natalia Lamarca aporta tres ejemplos comentados y nos explica que la falta de tilde en las mayúsculas se permitía antes de 1990 porque al escribirlas con las planchas que usaban en las imprentas y las máquinas de escribir no se percibía o se deformaba la letra, pero en la era digital esto ya no pasa.



«En esta librería no tienen libros sobre acentuación»

«¡¡¡¡Las mayúsculas se acentúan siempre!!!!»





  • Mateo Hernández  añade varios ejemplos ejemplos de palabras sin tilde  e incluye además la corrección correspondiente en color verde.









  • Lucía Lana también nos envía también dos ejemplos de mayúsculas sin tilde.



  • Igualmente, Jaime González nos trae mayúsculas huérfanas de tilde.


  • Jimena García recoge también la ausencia de tildes en el interior de establecimientos de hostelería. Parece que además de beber la infusión sin tilde nos «comemos» la tilde de la bollería como aperitivo.







  • Irene Fernández  nos ofrece un «cinco en uno», o la ausencia de la tilde en cinco palabras de un mismo rótulo en un taller de coches. Así, echamos en falta las tildes de "mecánica" y "rápida", que la llevan por ser palabras esdrújulas. En el caso de "descarbonización", "carburación" e "inyección", llevan  tilde porque son agudas acabadas en "n". 

  • Álvaro Bustelo nos descubre cómo el uso de la tilde cambia si se habla español de América o de España. Así sucede con la palabra litosfera (capa externa de la tierra). En el español de América, por analogía con atmósfera, se prefiere la acentuación esdrújula en todas las palabras que lo contienen: biósfera, estratósfera, hidrósfera, etc. En el español de España, por el contrario, todas las palabras formadas con este elemento compositivo (-sfera), salvo atmósfera, son llanas: biosfera, estratosfera, hidrosfera, etc.