viernes, 3 de abril de 2020

Día de la literatura infantil y juvenil


Hoy se celebra el Día de la literatura  infantil en coincidencia con el nacimiento de Hans Christian Andersen (2 de abril de 1805). Desde 1967 la Organización internacional para el libro juvenil 
promueve la celebración de este día para promocionar  los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.

Cada año una Sección Nacional de la organización tiene la oportunidad de ser la patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y selecciona un escritor/a representativo y a un reconocido ilustrador/a de su país para que elaboren el mensaje dirigido a todos os niños del mundo y el cartel que se distribuye por todo el mundo, y se promueva la celebración en las bibliotecas, centros escolares, librerías, etc. Este año le corresponde a la sección de Eslovenia, que difunde el mensaje de Peter Svetina -con el título de «Hambre de palabras»-, ilustrado por Damijan Stepančič.





Hambre de palabras

Donde yo vivo, los arbustos se vuelven verdes a finales de abril o principios de mayo. Al poco tiempo, se llenan de crisálidas de mariposas, que lucen como vetas de algodón o algodón de azúcar. Las orugas devoran los arbustos hoja tras hoja, hasta dejarlos despojados. Cuando las mariposas salen de sus crisálidas, echan a volar, pero los arbustos no quedan arruinados. Al llegar el verano brotan de nuevo, y así una y otra vez.

Esta es la imagen de un escritor, la imagen de un poeta. Son carcomidos, agotados por sus historias y sus poemas, las cuales, una vez finalizadas, emprenden su propio vuelo, refugiándose en los libros y encontrando a sus lectores. Esto no deja de repetirse.

¿Qué ocurre con estas historias y estos poemas?

Conozco a un chico al que tuvieron que operar de los ojos. Tras la operación, pasaron dos semanas donde solo se le permitió permanecer recostado sobre su lado derecho, y después de aquello, otro mes donde no pudo leer nada. Cuando volvió a coger un libro, mes y medio después, sintió como si estuviera recogiendo palabras a cucharadas, casi comiéndoselas.

Y conozco a una chica que ahora es maestra. Me dijo: pobres de aquellos niños a los que sus padres no leían libros.

Las palabras en los poemas y en los cuentos son alimento. No alimento para el cuerpo, nada que pueda llenar el estómago. Son alimento para el espíritu y para el alma.

Cuando el hombre tiene hambre o sed, se le encoge el estómago y se le seca la boca. Busca encontrar algo para comer, un trozo de pan, un plato de arroz o de maíz, un pescado o un plátano. Cuanto más hambriento se encuentra, más se le estrecha la mirada; ya no ve otra cosa que aquello que pueda saciarle.

Sin embargo, el hambre de palabras se manifiesta de forma distinta: como una tristeza, una apatía, una arrogancia. Las personas que sufren de este tipo de hambre no son conscientes de que sus almas están tiritando, de que están pasando junto a sí mismas sin haberse percibido. Una parte de su propio mundo se les va de las manos sin ellos darse cuenta.

Este tipo de hambre es la que sacian los poemas y las historias.

¿Existe, no obstante, esperanza para aquellos que nunca han satisfecho esta hambre con palabras?

Sí. Aquel chico lee casi cada día. La chica que es maestra lee cuentos a sus alumnos cada viernes, cada semana. Si alguna vez se olvida, los niños no tardan en recordárselo.

¿Y qué ocurre con el escritor, con el poeta? Con la llegada del verano, volverán a verdecer. Y una vez más serán engullidos por sus historias y poemas, que acabarán volando en todas las direcciones, igual que las mariposas. Una y otra vez.


#Yomequedoencasaleyendo

Desde que el pasado 14 de marzo fuese decretado el estado de alarma, muchos autores y editores de literatura juvenil han promovido la iniciativa #Yomequedoencasaleyendo para concienciar a todos y todas de lo importante que es quedarse en casa y detener la propagación del Covid-19.

SM, por ejemplo, ha organizado las Tardes de cuento (#AutoresQueCuentan), encuentros con sus autores en Instagram. Begoña Oro, Paloma Muiña, Roberto Santiago, David Lozano, Patricia García-Rojo, Llanos Campos… Una buena manera de pasar el tiempo conociendo a grandes escritores.

Kalandraka ha lanzado en su canal de televisión en internet la iniciativa Cuentos Contados, con víeos en los que los autores narran sus propios libros: Antonio Rubio, Bea Campos, Xosé Ballesteros, Olalla González o Loli Blanco.

También la asociación ¡Álbum!, constituida por 23 editoriales independientes ofrece material audiovisual en su canal de Youtube, para llevar a todas las familias el álbum ilustrado. Todos los días a las 11 (podéis seguir el hashtag #AlbumALas11), los niños y niñas podrán disfrutar de la labor de narradores profesionales dando voz a álbumes como Yo quiero mi gorro o El Sol, la Luna y el agua.






Comunicado de la asociación de editores de Madrid







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