viernes, 26 de octubre de 2018

Día de la biblioteca

Desde de 1997, cada 24 de octubre se conmemora el Día de la Biblioteca, una iniciativa de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, con el apoyo del Ministerio de Cultura, en recuerdo de la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo incendiada el 1992 durante la Guerra de los Balcanes. Esta conmemoración nació para trasladar a la opinión pública la importancia de la biblioteca como lugar de encuentro de los lectores de todas las edades con la cultura, y como un instrumento de mejora de la formación y la convivencia humana.

Cada año se encarga a un escritor y a un ilustrador, ambos de reconocido prestigio, la redacción del pregón y el diseño del cartel que se difunde entre todas las bibliotecas de España. El pregón de este año, que reproducimos a continuación, es obra del escritor Gonzalo Moure (Premio Cervantes Chico 2017), y el cartel ha sido realizado por el ilustrador asturiano Alfonso Zapico, Premio Nacional de Cómic en 2012.


Cartel oficial del Día de la biblioteca 2018, obra de  Alfonso Zapico

Para conmemorar este día en la biblioteca del IES La Ería un grupo de alumnos y alumnas de 1º de ESO han leído «El día de la luz», el pregón institucional de Gonzalo Moure.

De izquierda a derecha: Nadia García, Isabel Botas, Diego Coro,
Guilherme Marqués,  Álvaro Bustelo, Yeray García,
Senén Valle y Miguel Caunedo



Nadia, Álvaro, Diego, Miguel, Isabel y Yeray a la entrada de la biblioteca.




El día de la luz

Vengo del desierto del Sáhara, de inaugurar una biblioteca. Está en Dajla, el más alejado, el más olvidado de los cinco campamentos de refugiados saharauis. Es la cuarta biblioteca que construimos, y es preciosa. En el centro hemos plantado árboles, para que los niños y los jóvenes del Sáhara puedan experimentar el gozo de sentarse a su sombra a leer un libro. No queremos que esa biblioteca sea ningún “templo de silencio”, sino más bien un espacio para del sonido, para el ruido. Una biblioteca que ya es el lugar más hermoso del campamento. Un espacio para desear ir a buscar lectura, pero también amistad, sueños compartidos. Incluso amor. Un lugar en el que enamorarse mirando unos ojos por encima de un libro. Porque al fin y al cabo, la biblioteca es el lugar en el que se descubre al otro, de papel o de carne.

En una película inolvidable, la mejor película de ciencia ficción de la historia, 2001, una odisea del espacio, aparece un monolito cada vez que el hombre se dispone a dar un salto cualitativo. Kubrick, su director, debería haber puesto un libro en su lugar. Porque han sido los libros los que han marcado el ritmo de los cambios del ser humano. Porque el libro es el laboratorio del hombre, el lugar en el que se experimenta con emociones, descubrimientos, utopías, apuestas. Somos lo que somos porque hemos pensado y escrito sobre cómo ser y sobre cómo no ser. Y seremos lo que pensemos, lo que piensen y escriban las próximas generaciones.

Así que una biblioteca no es solo un lugar en el que invitar a leer, sino también, o por eso, un lugar en el que invitar a escribir. Las bibliotecas del siglo XXI son, pueden ser, tienen que ser el semillero de nuevas novelas, nuevos monolitos, mojones de nuestro futuro. Si el siglo XX fue sin duda el siglo de la lectura, el siglo XXI puede llegar a ser el siglo de la escritura, ya lo está siendo.

Por todo eso construimos bibliotecas en los campamentos del desierto. Porque no son solo para los saharauis. Las paga nuestra sociedad civil, mediante socios adultos, y mediante actividades solidarias en colegios, institutos y bibliotecas. Y los alumnos y lectores que las sufragan se hacen conscientes de lo extraordinario que es tener una biblioteca, aprenden a valorar la suya, a defenderla. Cada biblioteca del desierto tiene detrás a miles de niños, jóvenes y adultos que la han hecho posible con su pequeño esfuerzo. Sumando. Cada lector saharaui tiene a su lado a miles de lectores, más conscientes de la importancia de una biblioteca, porque con su trabajo se ha construido una, en un clima y un lugar tan hostil.

Piensa en tu biblioteca. Hubo un día en el que esa biblioteca no existía. Alguien la soñó, luchó por ella, la llenó de libros y también de sueños. Hazte del equipo de ese alguien que la hizo posible, lucha por un mundo en el que no haya un ser humano que no tenga cerca una biblioteca, o un amoroso bibliobús. Que no haya un solo niño, joven o adulto, que no roce la mano de una bibliotecaria que le aconseje, que le oriente en el laberinto. Que es lo mismo que decir que no haya un solo ser humano conectado a lo que fue, lo que es y lo que será.

En tu mano hay millones de manos, estrechando la tuya, acompañándote en el camino. Tiernas o callosas, pequeñas o grandes. En el libro que te espera en la mesilla de noche o junto al sofá, hay millones de libros. Ingenuos o complejos, humildes o lujosos. Pero todo preciosos. Conectados todos por un invisible hilo de plata que une mano con mano, estantería con estantería, un hilo inacabable y luminoso. Inacabable, y así sea. Hoy es el Día de la Biblioteca, que es lo mismo que decir El día de la Luz.

Feliz día, feliz siglo.

jueves, 18 de octubre de 2018

Concurso de marcapáginas

El colofón a ¿Conoces la biblioteca de La Ería? se cierra con la convocatoria del concurso de marcapáginas. El trabajo ganador del concurso será el marcapáginas oficial de la biblioteca durante el curso 2018-2019.




La biblioteca del IES La Ería de Oviedo convoca un concurso de marcapáginas con arreglo a las siguientes BASES: 


1. Temática
Tema relacionado con la animación a la lectura.

2. Nivel
Dirigido a todos los alumnos y alumnas que cursen 1º de ESO.

3. Forma de presentación

  • El marcapáginas se entregará en cartulina blanca o de color del tamaño de 20 X 5 cm. 
  • Deberá incluir un dibujo y lema originales, alusivos a la lectura así como la referencia al IES La Ería. 
  • El marcapáginas se puede realizar manualmente o por medio de ordenador.
  • Todos los elementos que figuren en el marcapáginas (dibujo, texto) estarán en color negro o en escala de grises. 
  • Contendrá asimismo el nombre y apellidos del alumno en letra arial de 8 puntos (si está hecho a ordenador) o con letra pequeña y legible (si está a mano). 

4. Cada autor podrá presentar varios trabajos.

5. La biblioteca adoptará el marcapáginas ganador como representativo de la misma durante el curso 2018/ 2019. Además habrá una sorpresa.

6. Entrega de trabajos

Podrán entregarse hasta el 5 de noviembre a las profesoras que durante los recreos atienden el préstamo de libros en la biblioteca.

7. Fallo del concurso

  • El concurso será fallado por el grupo de trabajo de la biblioteca con la colaboración del alumnado ayudante participante en la actividad ¿Conoces la biblioteca de La Ería? 
  • El fallo será inapelable, reservándose el jurado el derecho de declarar desierto el premio si fuera pertinente. 
  • El fallo del jurado será comunicado y expuesto en el tablón de anuncios de la biblioteca el 9 de noviembre durante el segundo recreo. 

El hecho de participar en el concurso implica la aceptación de las presentes bases. 



La librería de... El cuaderno de lectura de la biblioteca del IES La Ería

¿Conoces la biblioteca de La Ería? siempre concluye con un regalo para los alumnos y alumnas de 1º de ESO: el cuaderno de lecturas «La librería de...» en el que tendrán la oportunidad de tomar nota de las lecturas realizadas a lo largo del curso. Cada página se dedica a un libro diferente con un espacio en el que resumir el argumento y otro para describir a su personaje favorito. Con la ayuda de los pictogramas de la biblioteca los lectores pueden, además, identificar fácilmente a el género del libro.

Cubierta del cuaderno, lista para ser personalizada
por los lectores y lectoras de La Ería.


Una página del cuaderno


Alumnas de 1º ESO D con el cuaderno de lecturas

Adivina el personaje

El título de este juego nos explica su propósito: diez personajes se ocultan detrás de una serie de pistas que ofrecen los alumnos y alumnas ayudantes. ¿Será alguno de ellos vuestro personaje favorito? ¿Adivinaréis el personaje tras la primera pista? 

Alumnado de 1º ESO B durante el juego acompañado de las
alumnas ayudantes Lía Rodríguez-Colubi, Anna Sibiryakova y
Raquel Riera Turiel.

Alumnado de 1º ESO C con los profesores Antonio Pérez Puchal y
Mº José  Álvarez Villanueva.

Alumnado de 1º ESO B con la profesora Carmen Jardón

Alumnado de 1º ESO A
Las alumnas ayudantes Carmen Fernández, Paula García  y Covadonga Iglesias

Cada oveja con su pareja

El juego «Cada oveja con su pareja» pone a prueba el conocimiento de nuestros alumnos y alumnas de 1º de ESO sobre la literatura universal. El equipo más rápido en emparejar correctamente las tarjetas se lleva el premio.


Alumnas de 1º ESO B durante el juego

Alumnos de 1º ESO B

Alumnas de 1º ESO B con la alumna ayudante Raquel Riera Turiel

Alumnado de 1º ESO D

Alumnado de 1º ESO B


¿Dónde está este libro?

Una vez en la biblioteca es importante para todo el alumnado saber cómo encontrar un libro. El tríptico de la biblioteca nos sirve de guía para conocer la ubicación de cada libro.





La lectura del tríptico en 1º ESO C
¿Dónde está este libro? es un juego que nos permite descubrir los secretos sobre la biblioteca  descritos en el tríptico. Con la colaboración del alumnado ayudante se buscan y encuentran obras representativas de la literatura española, inglesa y francesa y de la sección juvenil de distintos géneros.

Julia  Arboleya, de 1º ESO A, con Romeo y Julieta

Marco Auviaño, de 1º ESO A, con Morirás en Chafarinas

Jimena García Mendoza, de 1º ESO B

Miguel Cuervo Corral, de 1º ESO A, con Los tres mosqueteros

Jairo Mayo, de 1º ESO A, con Sala de conflictos

Miguel Caunedo, de 1º ESO A, con El brazalete mágico

Jorge Casal García, de 1º ESO A con La Regenta.



¿Conoces la biblioteca de La Ería?

Con los primeros pasos del curso académico llega ¿Conoces la biblioteca de La Ería? primera de las actividades programadas desde el equipo de la biblioteca y  que celebra este año su quinta edición. El lunes 15 y el martes 16 pasados fueron los días elegidos para realizar esta actividad en la que, como siempre, pretendemos que el alumnado de 1º de ESO conozca la biblioteca de forma divertida y amena. Como es habitual en la actividad hemos contado con la participación del grupo de alumnos y alumnas ayudantes: Carmen Fernández, Paula García, Covadonga Iglesias, Laura Iglesias, Clara Inclán, Raquel Riera, Anna Sibiryakova, Lía Rodríguez-Colubi, Diego Valledor y Yolanda Vega.





miércoles, 3 de octubre de 2018

Coincidencia o destino

Coincidencia o destino
Paula Fernández Fernández 

Primer premio del  XXXVII concurso literario «Cudillero, el pescador y la mar»



El pasado 12 de junio cumplí 90 años. La verdad es que me mantengo bastante bien. Siempre he pensado que es debido a que mi esperanza perdura ante todo. 
Mi nombre es Esther, y no tuve una vida fácil. Mi madre falleció cuando yo apenas tenía dos años y mi padre era el farero del pueblo, por lo tanto estaba siempre muy ocupado. Por suerte, siempre he conseguido ver la alegría en pequeños detalles, en lo insignificante, siendo muy optimista. 

Nací en la costa, en la costa del cantábrico de Asturias concretamente. Nunca tuve hermanos o hermanas, por lo tanto me las tuve que apañar con mi imaginación para divertirme. 
A los 7 años, en 1935, descubrí una playa, una playa en la que no había nadie, una playa secreta… ¡Mi propia playa! La verdad es que no era muy amplia pero era perfecta. Me pasé las tardes allí, ya fuese jugando, saltando, bailando o cantando. Yo me divertía allí, sola, pero no importaba. 
Un día, a la edad de 13, me ocurrió algo que me marcaría para siempre: despistado y de una cueva apareció de repente un chico de mi edad. Yo reaccioné asustándome, y él también. Nos miramos a los ojos en silencio y, debido a la extraña situación, los dos nos echamos a reír. 
Cada uno se presentó pero, por si acaso, no nos dimos ni la dirección ni el nombre verdadero, ya que «no debíamos hablar con desconocidos». Le presenté la playa, le expliqué que venía aquí todos los días y él me contó que estaba investigando la zona y apareció aquí mágicamente. Nos hicimos amigos pronto; tanto que decidimos quedar en ese mismo sitio para el día siguiente. 
Desde ese día mi «lugar secreto» ya no sería secreto, sino compartido, pero no me importaba, había conocido a alguien genial. 
Al día siguiente llegamos los dos muy puntuales, a las tres, y comenzamos a hablar y a jugar como si nos conociésemos de toda la vida. 
En nuestros tiempos de diversión sobre todo, investigamos el lugar (cosa que yo nunca me había atrevido a probar antes) y descubrimos muchos rincones, muchos sitios demasiado espectaculares como para poder describirlos. 
Pero hubo algo que nos dejó atónitos: una gran cueva. Era muy amplia y tenía una magnifica temperatura. Además había cientos de cristales resplandecientes incrustados en las paredes, y lo mejor sin duda era el pequeño lago salado que se había creado, ya que por un agujero formado, cierta cantidad de agua podía pasar, dejando así un gran lago en el centro de la cueva, un lago tranquilo. La gruta estaba muy cerca de la playa, pero a la vez algo oculta. 
A esta cueva la bautizamos «Coincidencia o destino», ya que decidimos que nuestras vidas quizás se habían cruzado por el destino o por una absurda coincidencia. 
Siempre había adorado el mar, ese mar de agua fría, pero más aún al observar las maravillas que podía llegar a crear. 
Días, semanas y meses… todos se hacían cortos, hasta que, después de cinco años de encuentros, él dejó de aparecer. Al principio pensé que sería alguna broma tonta o que tendría cosas que hacer. Pero las semanas y meses pasaban y tuve que asumir que él nunca volvería. 
Ese mismo año, 1946, decidí no volver nunca jamás a allí, ya que sin él todo sería más aburrido. 

Mi vida siguió pasando y, como ya he dicho, ahora tengo 90 años. He vivido muchas, muchísimas experiencias. Llegar tan lejos es como sufrir la maldición de tener que despedirte de los que más quieres, pero a la vez tienes el don de poder ver a las nuevas generaciones. 
El 12 de junio, en mi nonagésimo cumpleaños, decidí escaparme de la monotonía, y sin decírselo a nadie volví a la playa, esa playa que nunca se había borrado de mi memoria. Fue una sensación rara volver al lugar de tu infancia, que hacía 70 años no pisaba. 
Al llegar, me llevé una gran sorpresa: ¡había personas! Al parecer aquella playa ya no era un secreto. 
Daba igual. Me dirigí hacia la entrada de la cueva. Estaba cubierta por grandes arbustos, que conseguí sortear. 
En la cueva entraba gran cantidad de luz. Eché un vistazo y todo seguía exactamente igual que antes… salvo por un importante detalle: en una gran roca estaban inscritas letras que decían así: «Coincidencia o destino». Supe al instante que lo había tallado él. Pero lo más impactante fue ver que debajo de aquel nombre se habían grabado decenas de años; el primero 1947, le seguía 1948, 1949, 1950… y así sucesivamente hasta 2016, la última fecha escrita. 
Aquel chico, bueno, mejor dicho, aquel hombre estuvo más de 70 años visitando la cueva, nuestra cueva. Nunca se rindió, ni al ver que yo no aparecía por allí… hasta 2016, hacía dos años. 
En ese momento no quise pensar que le había ocurrido nada malo, no quise pensar que ya nunca volvería a visitar la cueva, no quise pensar que ya nunca nos veríamos. Simplemente cogí una piedra punzante del suelo, sonreí, e inscribí: «2018».

martes, 2 de octubre de 2018

La alumna Paula Fernández, ganadora del Concurso literario Cudillero, el pescador y la mar

La alumna Paula Fernández Fernández, de 3º ESO ha resultado ganadora del primer premio del XXXVII Concurso literario «Cudillero, el pescador y la mar» que le fue entregado el pasado domingo, 30 de septiembre.



Diploma del premio

Acto de entrega de diplomas a las ganadoras

Paula Fernández lee el cuento ganador

Acto de entrega de diplomas con Paula Fernández, Lucía Muñiz (ganadora
del segundo premio) y la profesora Carmen Jardón (a la izquierda).