jueves, 23 de abril de 2020

Poemas en cuarentena: Un extraño utensilio

Lourdes Muñiz Banciella recita de nuevo un poema de los tiempos del Coronavirus: Un extraño utensilio de Marwan.




Un extraño utensilio | Marwan

Me llevo a papá al hospital,
le está costando respirar.


Son las 21:35 del miércoles 25 de marzo.
Las calles son pasillos de geriátrico.
El miedo toma forma real,
se acomoda en mi familia.

Mi padre está peleando contra el aire
en una habitación de un hospital del sur de Madrid.
Mi hermano es enfermero allí,
él lo cuidará, nos decimos,
buscando la suerte en la desgracia.
Pero nada es fácil,
la angustia es una goma elástica,
el miedo, un tubo de ensayo,
vivo en una de las negrísimas pinturas de Goya.

La esperanza es solamente un extraño utensilio
que hoy sostengo entre las manos,
el tiempo un lento tren que no quiere atravesar el paisaje.
Soy el niño que llora por el dolor del hombre
que no puede sostenerle la mano a su padre.

La rama es fuerte, la vida, un pez remontando río arriba,
papá se recupera.

¿Cómo no pensar en ellos,
en los que se quedaron colgados
como una chaqueta en la última conversación
con un familiar del que no se pudieron despedir?

La esperanza es solamente un extraño utensilio
que se sostiene entre las manos.



De El Mundo | Cultura

Poemas en cuarentena. El hechizo

 Lourdes Muñiz Banciella, de 4º ESO A recita El hechizo de Ana Merino.




El Hechizo | Ana Merino

Este presente de remolino
de gotas invisibles,
de veneno minúsculo,
de susurros distantes.

Calendario perplejo de días repetidos
que intuyen el enigma
de la fragilidad que nos habita.

Qué despierte esa idea del pensamiento pleno,
la energía anhelada,
el sueño solar de las alquimias,
que se inventen la fórmula del cielo
y encuentren su respuesta
en los laboratorios
y rompan este hechizo.


De El Mundo | Cultura


Poemas en cuarentena. Coronavirus

También hemos encontrado el poema en Asturiano Coronavirus, de Xuan Bello. Da lectura del mismo Paula Moro Sánchez, de 3º ESO D.



Coronavirus | Xuan Bello

De repente la muerte como esa vecina
qu'esperabes finalmente nun viniera
cola tarta d'arándanos per casa.
¿Por delicadeza perdiesti tu la vida?
Y la cabeza, tantes veces.
Sabes agora que ta equí carpiendo
na tos unánime de la parroquia,
nel ronquiellu sordu del miedu
y hasta —sospeches— naquellos que más quieres.

¿Nun viesti esa elástica sombra atrecida
nel abrazu que te fai ensalendar?
Llegó la muerte p'allugase en ti
y esperar nel ángulu escuru
contigo'l to destín.

Llegó
ensin priesa. Nun hai remediu.
Si llograres falar con ella diba 'icite:
«Toi contigo desque tienes vida
y yá taba contigo muncho enantes».


Luis Eduardo Aute, adiós al músico poeta

Como muchos sabréis el pasado 4 de abril nos dejó, desgraciadamente, el gran artista, escritor y compositor Luis Eduardo Aute, dejando atrás no solo un gran legado para la música española, sino también para la cultura en general.

Aunque nacido en Filipinas, al ser procedente de una familia española y haberse mudado a España a la corta edad de 11 años, siempre se ha considerado de aquí, en concreto, de Madrid. A los 15 años le regalaron su primera guitarra. Este fue su impulso para el ingreso en el mundo del arte. Además de sus virtudes musicales, siempre destacó como un gran pintor, llegando incluso a exhibir sus obras en unas prestigiosas galerías de Madrid. A pesar de haber formado parte de múltiples grupos de música durante su juventud, decidió dejarlos a un lado y centrarse en sus estudios, sin embargo, el cine y la pintura, al igual que la escritura, siguieron siendo sus grandes pasiones.

En 1963, abandonó Madrid con intención de irse a estudiar a París. Su estancia en Francia no sirvió tanto para sus estudios en la Escuela de Aparejadores sino para ponerse al día con la cultura y el arte de la ciudad, dado que en España gran parte de las obras eran censuradas por la dictadura. En el año 1967 sacó al público su primer disco en solitario «Diálogos de Rodrigo y Gimena», aunque verdaderamente el disco que le lanzó al estrellato nacional fue «24 canciones breves» (1968).


Después de casi tres años, decidió volver al mundo artístico, escribiendo un poema junto a Joaquín Sabina y Carlos Cano, el cual provocó el cierre de la revista en la que fue publicado. Tras este incidente, escribió un par de libros, dirigió un corto y diseñó diversos carteles para distintas obras. Con el paso de los años fue ganando fama y reconocimiento entre el público, no sólo español, sino también latinoamericano.

Su música fue, principalmente influenciada por Bob Dylan y al igual que él, narraba historias en sus letras, dándoles un tono natural y familiar.

A nuestro parecer, Aute fue y siempre será un artista que ha cambiado las tornas de la música en nuestro país, contribuyendo a la cultura con lo que ahora ya se consideran himnos como «Pasaba por aquí» o «Las Cuatro y Diez». Estamos convencidos de que servirá de inspiración tanto para futuras generaciones musicales como para la sociedad moderna. A continuación recogemos unos versos de la canción «Alevosía»

Los siguientes versos pertenecen a la canción «Alevosía», una de las innumerables demostraciones de su calidad como escritor y compositor.

Más que amor, lo que siento por ti es el mal del animal
No la terquedad del jabalí ni la furia del chacal
Es el alma que se encela con instinto criminal
Es amar hasta que duela, como un golpe de puñal

Ay, amor, ay, dolor
Yo te quiero con alevosía
Yo te quiero con alevosía

Necesito confundir tu piel con el frío del metal
O tal vez con el destello cruel de un fragmento de cristal
Quiero que tus sentimientos sean puro mineral
Polvo de cometa al viento del espacio sideral


En este señalado Día del Libro recordamos también la canción «Todo está en los libros», creada junto con Jesús Munárriz como sintonía del programa cultural Negro sobre Blanco.




Beltrán Fernández Rubín y Lía Rodríguez–Colubi Fernández


Yo me quedo en casa leyendo. Je reste chez moi en lisant. 4º ESO

Por último, el alumnado de 4º de ESO leyendo Une Star en danger

Arriba: Javier y Paula. Abajo: Álvaro y Elena.


Yo me quedo en casa leyendo. Je reste chez moi en lisant. 3º ESO

También el alumnado de 3º ESO ha participado en el reto de la lectura en francés.


Arriba: Candela, Enol. Abajo: Álvaro, Laura y Pablo.

Arriba Carla y Lucía. Abajo: Miguel, Eva y Clara.

Arriba: Alba, Laura, Elena, Carlota, Tania, Pabo y Marcos de 3º ESO D





Yo me quedo en casa leyendo. Je reste chez moi en lisant. 2º ESO

Le corresponde al alumnado de 2º ESO mostrarnos su lectura en francés: Concert en Bretagne.

Arriba: Alejandro, Andrea, Claudia. Abajo: Christian, Diego y Noel.



Yo me quedo en casa leyendo. Je reste chez moi en lisant. 1º ESO

El alumnado de Francés, con las profesoras Marta Álvarez y Carmen Suárez, se ha sumado al lema «Me quedo en casa leyendo», aunque -como corresponde- en francés.

Arriba: Alba, Ana, Carmen. Abajo: Fernando, Guillermo y Eli, de 1º ESO A

Arriba: Lucía, Samuel. Abajo: Raquel , Rodrigo y Sergio, de 1º ESO A

Paula Alonso (1º ESO B), Stephanie, Lara e Inés (1º ESO C)

Aitor, Alejandra, Andrés, Aytana, Carolina y Pablo




Yo me quedo en casa leyendo. Mi libro favorito

El alumnado de 1º y 2º ESO se ha saltado el confinamiento para mostrarnos su libro favorito.


Arriba: Carmen, Josh, Eli. Abajo: Mario, Alba y Ana, de 1º ESO A.

Arriba: Lucía y Sergio. Abajo: Inés, Raquel y Samuel, de 1º ESO A

Nacho, Marcos Pérez, Alina y  Adrián, de 1º ESO B.

Marcos Rodríguez, Mateo, Víctor y Paula Alonso, de 1º ESO B

Lara, Deva, Inés, Paula Casal y Alba, de 1º ESO C

Sara, Iria, Andrés, Alejandra y Carolina

Senén, Christian, Lucía y Alejandro, de 2º ESO

Yo me quedo en casa leyendo. Qué leer en el Día del Libro

Para comenzar, no podemos hacer otra cosa que recordar el verso de Joan Margarit, premio Cervantes 2019, lema de la Semana Cervantina y premonitorio para los lectores en estos días presentes:

La libertad es una librería




Y para que construyáis vuestra librería virtual y aprovechéis al máximo estos días y esta jornada en concreto, os facilitamos el acceso a algunas actividades, recursos y libros para disfrutar en casa.
Recuerda:  los libros nos acompañan, nos transportan a través del tiempo, nos llenan de magia, nos abren la puerta a otros mundos y otras realidades. ¿Te animas?

Recomendaciones


Cuentos en YouTube

Algunas de las editoriales más destacadas ofrecen narraciones, en ocasiones complementadas por manualidades o propuestas creativas. Dos de estas editoriales son Anaya Infantil y Juvenil, con su iniciativa  «Nuestros autores cuentan», y otra es Literatura SM España

Audiolibros
Aunque no se trata exactamente de cuentacuentos, es interesante la oferta de Audiolibros de Amazon, un servicio gratuito de forma excepcional. Dispone de historias en seis idiomas.

Instituto Cervantes
El Instituto Cervantes celebra la  Semana Cervantina bajo el lema «La libertad es una librería», un verso de Joan Margarit, que protagonizará además este mes el Club Virtual de Lectura 2020 de la Biblioteca electrónica del autor del Quijote, con lecturas en línea de su obra, además de otras actividades.

Círculo de Bellas Artes de Madrid

El Círculo de Bellas Artes de Madrid ofrece una lectura continuada de El Quijote que inaugura presencialmente cada año el premiado ha pasado también en esta ocasión al formato virtual. Comenzará el jueves por la tarde el Premio Cervantes. 

Real Academia Española
La Real Academia Española (RAE) se suma a las celebraciones con una campaña que reivindica a los clásicos de la literatura española, que serán los protagonistas en las redes de la academia el 23 de abril. Y con el proyecto «Cómicos de la lengua», dirigido por el académico, actor y director teatral José Luis Gómez con diez lecturas de títulos de la tradición literaria española e hispanoamericana que se difundirán ahora por internet.

María José Álvarez Villanueva










Carta a Añoranza


Hola, Añoranza:

Tú también estás cansada de esto, ¿verdad?

No me puedo creer que nos tengan encerrados en nuestras casas durante meses por culpa de que todo el mundo decía al principio que no había de qué preocuparse, por lo que las medidas no fueron tomadas hasta que fue demasiado tarde. Y ahora tenemos que pasar meses perdiendo clases, no pudiendo trabajar ni salir a dar un paseo siquiera.

La situación me enfurece demasiado, porque hay gente perdiendo trabajos y gente separada de su familia y todo por la poca atención que se prestó en el comienzo de esta pandemia. Estar en confinamiento no es tan divertido como parecía y no soporto estar aquí mucho más. Ser positivo en esta situación sería no ser realista porque solo puedes sacar cosas buenas de esto si tienes recursos, pero la mayoría de gente está encerrada en casa con miedo o aburridos, hasta el punto de que el mayor entretenimiento es hacer la gran cantidad de deberes online que nos mandan. 

Cada vez que pienso en todo lo que nos está pasando no puedo hacer otra cosa que enfadarme, ¿qué hemos hecho para merecer esto? No entiendo a Conformismo, ¿cómo puedes simplemente sentarte de brazos cruzados porque es lo que hay? Y no mencionemos a Optimismo… Siento que tú, Añoranza, me entenderás, porque cada vez que me pongo a pensar en lo que echo de menos, tengo que parar antes de que la ira me supere.

Ira.

Paula García Flórez
4º ESO D




Carta a Ira

Hola, Ira: 

¿Cómo has estado estos días? La verdad es que yo no demasiado bien. Toda esta situación se me hace complicada, me agobio cada vez que pongo las noticias pero no puedo dejar de hacerlo. 

Me gustaría ser un poco más como tú y saber dar un golpe en la mesa, enfadarme y gritar, sin embargo todo lo que hago es esconderme bajo las sábanas y dejar que la ansiedad que me produce no saber qué pasará con nosotros me ahogue. 
Optimismo me recomendó que hiciese las cosas que antes no tenía tiempo para hacer, pero 
se me han olvidado cuáles eran esas cosas. No dejo de pensar que algo horrible le está pasando a muchas personas y podría pasarme a mí o a ti. 
He empezado a anotar todo lo que siento en una libreta. Ya perdí la cuenta de cuántas veces empecé a escribir con "no estoy bien". Dicen que podremos resistir, que lo superaremos unidos, pero, ¿y si no? Nadie me ha dicho que pasará si no encontramos la forma de acabar con todo esto... 
Perdona, no debería estar estresándote con todos mis pensamientos apocalípticos y utópicos, solo quería tener noticias tuyas. 

Un abrazo en la lejanía.

Pesimismo.

Sara Rodríguez Alonso

Carta a Pesimismo

Querido Pesimismo:

Actualmente, estamos viviendo una situación rara, nueva, una situación que es desconocida para todos nosotros y que no se puede controlar. En estos momentos tan difíciles por los que estamos pasando, probablemente creerás que de toda esta situación no puede salir nada bueno. 

Pensarás que todo esto es muy estresante, que cambiará tu vida para siempre, y no voy a mentirte, seguro que lo hará, cambiará muchos aspectos de nuestra sociedad y de nuestro estilo de vida. Pero no todas esas consecuencias serán negativas.
Esta pandemia ha obligado a la humanidad a parar, a frenar su actividad en el exterior y a quedarse en casa. Para mucha gente el no poder salir de sus hogares es algo muy estresante, y sé que para ti también, pero puede ser una oportunidad. Se nos ha dado una oportunidad para quedarnos en casa y descansar. Al estar en casa, solos y aislados tenemos posibilidad de escoger en qué invertimos nuestro tiempo. Podemos aprovechar este momento, hacer algo productivo y ver esta situación como un momento para relajarnos y reflexionar o podemos ver esto como un castigo y una obligación. 

En mi opinión, es más beneficioso para nosotros, para nuestra salud mental, la primera opción. Este es el momento perfecto para parar, descansar de la rutina, del estrés del día a día, de las preocupaciones, de llegar tarde, de no tener tiempo etc. Aprovecha, haz deporte, aunque no puedas salir de casa siempre hay ejercicios que puedes hacer, que te ayudan a estar en forma. También puedes dedicarte a hacer algo que te guste, algo que siempre quisiste hacer pero no lo hacías porque decías que no tenías tiempo. Puedes leer, escribir, hacer deporte, puedes limpiar y recoger tu casa, organizar tus tareas, aprovechar para aprender algo nuevo. Aprovecha ahora que tienes todo el tiempo que no tuviste y que antes reclamabas. 

Seguramente, Pesimismo, tú tengas otra opinión sobre todo esto, pero espero que por lo menos te des cuenta de que no es la única forma de verlo. 

Mucho ánimo.

De tu amigo Optimismo.

Carmen Fernández García, 4º ESO D

Carta a Optimismo

Saludos Optimismo,

Verdaderamente pretendía encabezar la carta con la común floritura de «buenos días», pero qué más da que sean buenos o malos. Todos los días son iguales, la misma rutina, el mismo orden, nada nuevo. Algunos se quejan, otros lo disfrutan, a mí.........me da igual.


Optimismo, nunca llegaré a comprender tu afán por buscar lo favorable de la situación, ni tampoco llegaré a entender la ansiedad de Pesimismo; mucho menos los sentimientos de Añoranza o de Ira, simplemente es todo como es. Qué sentido tiene sentir algo cuando no puedes cambiar la situación, ¿no es mejor.......solamente conformarse? Si esto es lo que nos ha tocado vivir, ¿para qué intentar hacer algo para mejorarlo?, ¿no sería mejor dejarse llevar? Nadie sabe cuánto tiempo estaremos en esta situación, nadie sabe cuándo volveremos a nuestra vida y nadie sabe si volverá a ser la misma. Simplemente déjate llevar Optimismo, no es tan malo como parece. Deja de intentar mejorar este confinamiento y un día te darás cuenta de que ya te da igual, estás conforme con todo. Realmente todo se puede resumir con aquello del hombre que veía el vaso de agua medio lleno, el que lo veía medio vacío y el que simplemente veía un vaso de agua, probablemente yo sería el último, aunque no sé muy bien donde entran Añoranza e Ira en esta metáfora.

Por esto; La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te puede tocar, pero lo que te toca, te toca, hay que conformarse con ello.

Un abrazo

Conformismo

Covadonga Iglesias García, 4º ESO C

Carta a Conformismo


Querido Conformismo:

Te escribo en estos tiempos de confinamiento para preguntar como estás. Probablemente te dará igual, estarás conforme y tranquilo en tu casa sin preocuparte por nada. Pero en mi caso no es así. Te echo de menos. Echo de menos estar fuera, respirando el aire de la ciudad, con el sol acariciando mi piel y la brisa revolviéndome el pelo. Echo de menos el sonido del tráfico en mi calle y escuchar los ruidosos bares llenos de gente por la noche. Ahora las únicas personas que salen es porque tienen un perro… Echo de menos tener uno. También echo de menos veros a ti y a los demás, salir juntos y divertirnos. Echo de menos ser libre, libre de poder salir a la calle y visitar a mis familiares sin miedo de que nos pase nada. Me siento como un pájaro en una jaula, mi único consuelo es ver pasar las nubes entre los barrotes, esperando a que esto pase. En momentos como estos, el sentimiento de añoranza es fuerte, pues cuando más notas la importancia de algo es cuando lo pierdes. Espero que la situación mejore pronto. Me pregunto qué harán los demás.

Un abrazo,

Añoranza.


Irene Casal García

Carta a un amigo

Hola Sergio*

¿Qué tal estas? Espero que estés bien. Mi familia y yo muy bien en estos momentos.

Sergio animando al vecindario
Tengo muchas ganas de que nos volvamos a ver en los ensayos o en las actuaciones con la banda de gaitas; echo de menos no encontrarnos todas las semanas y es una pena que nos hallamos quedado sin nuestro viaje a la República Checa,  pero ya iremos el año que viene, habrá más oportunidades. Ahora lo primero es colaborar a que el coronavirus no se propague.

Te envío esta carta para agradecerte que compartas tu buen humor y también para expresarte cuánto admiro que salgas todos los días a la ventana a animar a tus vecinos. La verdad es que eso de disfrazarte y cantar se te da muy bien, lo haces fenomenal. Conseguir que tus vecinos pasen un buen rato en estos tiempos en los que no se puede salir de casa me parece maravilloso.

Nos reímos mucho con los vídeos que nos mandas. Ya nos queda menos para acabar con este virus. Esta situación de confinamiento  está sacando lo mejor de las personas y tu lo demuestras todos los días a las 8 de la tarde  haciendo que se rían tanto tus vecinos. Eso es lo que queremos: reírnos y ser positivos.

Nos vemos pronto amigo, un abrazo muy fuerte.


Aquí tenéis un vídeo de las bandas de gaitas Avante Cuideiru y El Carbayón tocando «Resistiré».





Senén Valle Rodríguez, 2º ESO E


*Sergio González es director de la Banda de Gaitas Avante Cuideiru

¿Qué le dirías al Coronavirus?

En Biología, con la profesora Manuela Fernández Nava el alumnado de 1º ESO D ha recreado el Coronavirus. La imagen y estructura del  SARS-CoV-2 debían estar acompañadas de la respuesta a una pregunta: ¿qué le dirías al Coronavirus si te lo encontrases?






















El muro de los buenos deseos

Es el turno ahora para el alumnado de 1º de ESO, que ha creado un muro de padlet verde esperanza,  «El muro de los buenos deseos» para expresar el anhelo por los momentos de reencuentro que vendrán, el homenaje para los que luchan contra el coronavirus y el aliento a los compañeros y compañeras para resistir el confinamiento.



Hecho con Padlet

Día del Libro 2020. Una reflexión crítica de confinamiento


Tras ya incontables días encerrados entre cuatro paredes, la reflexión no se presenta como una opción posible, sino como un acto involuntario y completamente necesario para no perder la cordura, algo con lo que pasar las innumerables horas muertas, algo que nos beneficiará, por la situación que vivimos, ya que puede ayudarnos a ordenar nuestras ideas y saber actuar correctamente, o al menos, de manera acorde a como realmente queremos actuar. Sin embargo este tipo de reflexión no proliferará por lo general. Es más fácil evadirse, ver Netflix, la televisión, y pasar el confinamiento sin pena ni gloria, como unas vacaciones autodestructivas. Esto no quiere decir que debamos ser como esas personas que se crecen en estas situaciones, y empiezan innumerables proyectos, pero tampoco debemos usar el confinamiento como excusa para abandonarnos a nosotros mismos a una dinámica de cama-comer-sofá, que no hará más que colaborar en esa pérdida de la cordura que intentamos evitar. Comencemos. 


Para nosotros la cuarentena empezó el primer día que cancelaron las clases: una situación surrealista y cómica, una situación idónea para celebrarlo por todo lo alto (incluso saliendo de fiesta). No tendríamos que levantarnos todos los días a las 7 de la mañana; no tendríamos que estar 6 horas sentados en frente de los libros, escuchando a los profesores mientras esperamos a que toque el timbre a las 14:30. En contraparte, podríamos emplear el tiempo en proyectos personales que nos habíamos dejado en el tintero a costa de los estudios. Aunque bien es cierto que esto sonaba de maravilla sobre el papel, la cruda realidad nos ha demostrado lo contrario: la procrastinación brilla por su presencia en nuestro día a día, sin sacar nada en claro, viendo las horas pasar. Los planes de convertirse en un virtuoso del piano se acabaron materializando en un maratón de “Élite” y de “La casa de papel”. Y esas intensas horas de ejercicio con rutinas online que te proponías acabaron siendo horas navegando por Instagram, viendo como los demás se encuentran en tu misma situación. Por esto ahora nos damos cuenta de que la supuesta falta de tiempo en nuestro día a día era simplemente una excusa para evadir todas las “metas” que tratábamos de alcanzar. Pero el primer paso para solucionar un problema es ser consciente de él (o eso queremos pensar). 

Pero la situación, desde entonces, se complicó enormemente (mucho más de lo que cualquiera de nosotros podía esperar). La histeria social se desató. Miles de personas acudían a su supermercado más cercano para abastecerse de comida, pudiendo dejar a otros sin nada, sumado a la compra de toneladas de papel higiénico (seguimos sin entender el porqué). Pasamos de la calma absoluta a la histeria obsesiva, del “es una simple gripe” al “sálvese quien pueda”. No hubo término medio, ni siquiera una pequeña transición. De la noche a la mañana pasamos de ver los supermercados bien surtidos, como era costumbre, a verlos desoladoramente vacíos, aumentando más la histeria ante la posibilidad del desabastecimiento, y provocando aún más del mismo. Durante unos pocos días muchos dejaron de pensar, se tornaron irracionales, no se dieron cuenta de que ir en masa al supermercado solo crearía aglomeraciones, aumentarían sus posibilidades de contagiarse. 

Por otra parte, nos impacta la reducción drástica de la contaminación en las grandes ciudades, así el planeta podría tratarse del principal beneficiado por el coronavirus: la calidad del aire ha mejorado exponencialmente, las aguas se han tornado cristalinas y la fauna ha comenzado a retomar las ciudades. Pero no hay que olvidar que este es un beneficio fugaz: una vez pasada la cuarentena el mundo se volverá a llenar de contaminación, la gente querrá salir todo lo que no pudieron durante el tiempo confinados, y derrocharán, los que puedan, y se olvidarán del planeta, al fin y al cabo, ahora hay menos contaminación; en vez de tener un poco de conciencia ecológica, se dedicarán a crear en unos pocos días toda la contaminación que no pudieron producir en todo el tiempo confinados. Por eso es importante ser conscientes de la situación, y no dejarnos llevar por los impulsos, fruto del largo confinamiento. 


Pese a todo lo anterior, el confinamiento nos ha proporcionado el tiempo para parar, pensar, reflexionar y valorar las cosas que anteriormente pasábamos por alto: las amistades, las fiestas, charlas con nuestras familias (entre alguna que otra discusión). Incluso algunos echan de menos aquello que decían repudiar: ir todos los días a clase. Y es que, además, esta dura adversidad ha confluido en la demostración de la solidez de un país; mostrando el valor de los fuertes vínculos y las relaciones entre su gente mediante aplausos, sirenas y vitoreos diarios. Nos ha demostrado el buen corazón de algunos, que decidieron arriesgarse para ayudar a los demás, poniendo en riesgo su propia salud, gente que decidió ayudar a sus vecinos mayores yendo a hacerles la compra, y qué decir de todos los profesionales de la sanidad, trabajando por encima de su propia capacidad, arriesgando incluso su propia salud mientras trabajan en la fuente de infección principal sin ni siquiera suficientes mascarillas. Pero también nos ha hecho ver la cara negativa de la sociedad, gente insolidaria, a la que le daba igual el bien común, y solo pensaba en su propia comodidad, sacando a pasear tres o cuatro veces a su perro el mismo día, o directamente saliendo a pasear sin siquiera una excusa, e incluso los autoproclamados justicieros de balcón, que se dedicaban a gritar a la gente que veían por la calle que se quedase en casa, llegando incluso al insulto, sin conocer la situación del otro, gente con problemas de salud que necesitaban salir, profesionales que, a pesar de la situación, debían de ir a trabajar… Los justicieros, orgullosos de su labor, no sabían que estaban haciendo más mal que bien, insultando a gente que iba a jugarse el pellejo mientras ellos estaban muy cómodos tirados en el sofá o mirando por la ventana, buscando a nuevos “malhechores” a los que reprender. 

Por eso, aunque hayamos sido testigos de muchas muestras de generosidad, amabilidad y responsabilidad profesional, no debemos olvidarnos de la sociedad en la que vivimos, no debemos salir al mundo, una vez acabado el confinamiento, pensando que vivimos en la ciudad de la piruleta, calle de la regaliz, debemos ser conscientes de que el mundo no es perfecto, y debemos hacer autocrítica, ¿fuimos buenos ciudadanos durante la cuarentena o antepusimos nuestra comodidad al bien común? ¿Nos dejamos llevar por un auto-pretendido sentido de la justicia, que únicamente alimentaba nuestro ego, para sentirnos satisfechos pensando que aportábamos algo, cuando estábamos haciendo todo lo contrario? 


Es por tanto nuestro deber como ciudadanos responsables reflexionar críticamente sobre nuestro comportamiento y sobre el conjunto de la sociedad, no dejarnos llevar por sentimentalismos, y no pensar que fuimos héroes por quedarnos en casa (teniendo en cuenta que en otros tiempos se mandaba a la gente ir a guerras a jugarse la vida, mientras que ahora basta con tumbarse en el sofá) y aplaudir a las ocho, sin saber ya a que se aplaude. Debemos reconocer la labor de los que dieron la cara por nosotros en una situación tan difícil, y luchar por que puedan trabajar en las condiciones lo más óptimas posibles, no sin material ni seguridad sobre su propia salud, eso seguro. No deberíamos salir a aplaudir a las 8, deberíamos salir a protestar. Protestar para que se les de material adecuado, no lo más barato que se encuentre en el mercado, protestar para que se alargue aún más la cuarentena, en vez de pensar solo en la economía, a riesgo de más vidas, protestar para que todo el mundo esté preparado para cuando haya un segundo brote, que lo habrá, y no nos coja de nuevo de improvisto. 

Al final, y como muchas otras veces en la historia, todo cambia para que nada cambie, no nos confundamos. 

Sergio Estrada Paredes, 1º BCH 
Julio Díaz Méndez,, 1º BCH
Mateo Estrada Paredes









Día del libro 2020. Crónica del confinamiento

La biblioteca del IES La Ería ha sido desde siempre un espacio abierto y cercano a la comunidad educativa de la que formamos parte. Tristemente permanece ahora inaccesible, tras cuarenta días de confinamiento.Sin embargo la tecnología nos permite hoy sortear distancias, muros y puertas cerradas para conmemorar esta que es una de nuestras más señaladas efemérides: el Día del Libro. Un día sin ceremonias oficiales, sin escaparates de librerías engalanados, sin rosas, sin lecturas públicas y sobre todo, sin posibilidad de acercarnos a nuestra biblioteca.Una celebración que, por cierto, cumple entre nosotros la mayoría de edad, su décimo octava convocatoria.

Nuevamente, queremos convertir esta jornada y esta fecha, elegida en su día en recuerdo de la muerte de Cervantes y Shakespeare, en un pequeño homenaje a todas aquellas personas que con sus actos cotidianos están contribuyendo a que en estos días todo sea un poco más fácil y llevadero.

No podíamos sustraernos en el día de hoy por tanto a explorar esta cuarentena que vivimos, desde la crónica al género epistolar o la poesía. Nuestro alumnado ha participado generosamente para narrar su mirada sobre el confinamiento y también su amor por la lectura.

Comenzamos con la crónica videográfica del confinamiento, realizada por Raquel Riera Turiel, alumna de 1º BCH.







viernes, 3 de abril de 2020

Día de la literatura infantil y juvenil


Hoy se celebra el Día de la literatura  infantil en coincidencia con el nacimiento de Hans Christian Andersen (2 de abril de 1805). Desde 1967 la Organización internacional para el libro juvenil 
promueve la celebración de este día para promocionar  los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.

Cada año una Sección Nacional de la organización tiene la oportunidad de ser la patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y selecciona un escritor/a representativo y a un reconocido ilustrador/a de su país para que elaboren el mensaje dirigido a todos os niños del mundo y el cartel que se distribuye por todo el mundo, y se promueva la celebración en las bibliotecas, centros escolares, librerías, etc. Este año le corresponde a la sección de Eslovenia, que difunde el mensaje de Peter Svetina -con el título de «Hambre de palabras»-, ilustrado por Damijan Stepančič.





Hambre de palabras

Donde yo vivo, los arbustos se vuelven verdes a finales de abril o principios de mayo. Al poco tiempo, se llenan de crisálidas de mariposas, que lucen como vetas de algodón o algodón de azúcar. Las orugas devoran los arbustos hoja tras hoja, hasta dejarlos despojados. Cuando las mariposas salen de sus crisálidas, echan a volar, pero los arbustos no quedan arruinados. Al llegar el verano brotan de nuevo, y así una y otra vez.

Esta es la imagen de un escritor, la imagen de un poeta. Son carcomidos, agotados por sus historias y sus poemas, las cuales, una vez finalizadas, emprenden su propio vuelo, refugiándose en los libros y encontrando a sus lectores. Esto no deja de repetirse.

¿Qué ocurre con estas historias y estos poemas?

Conozco a un chico al que tuvieron que operar de los ojos. Tras la operación, pasaron dos semanas donde solo se le permitió permanecer recostado sobre su lado derecho, y después de aquello, otro mes donde no pudo leer nada. Cuando volvió a coger un libro, mes y medio después, sintió como si estuviera recogiendo palabras a cucharadas, casi comiéndoselas.

Y conozco a una chica que ahora es maestra. Me dijo: pobres de aquellos niños a los que sus padres no leían libros.

Las palabras en los poemas y en los cuentos son alimento. No alimento para el cuerpo, nada que pueda llenar el estómago. Son alimento para el espíritu y para el alma.

Cuando el hombre tiene hambre o sed, se le encoge el estómago y se le seca la boca. Busca encontrar algo para comer, un trozo de pan, un plato de arroz o de maíz, un pescado o un plátano. Cuanto más hambriento se encuentra, más se le estrecha la mirada; ya no ve otra cosa que aquello que pueda saciarle.

Sin embargo, el hambre de palabras se manifiesta de forma distinta: como una tristeza, una apatía, una arrogancia. Las personas que sufren de este tipo de hambre no son conscientes de que sus almas están tiritando, de que están pasando junto a sí mismas sin haberse percibido. Una parte de su propio mundo se les va de las manos sin ellos darse cuenta.

Este tipo de hambre es la que sacian los poemas y las historias.

¿Existe, no obstante, esperanza para aquellos que nunca han satisfecho esta hambre con palabras?

Sí. Aquel chico lee casi cada día. La chica que es maestra lee cuentos a sus alumnos cada viernes, cada semana. Si alguna vez se olvida, los niños no tardan en recordárselo.

¿Y qué ocurre con el escritor, con el poeta? Con la llegada del verano, volverán a verdecer. Y una vez más serán engullidos por sus historias y poemas, que acabarán volando en todas las direcciones, igual que las mariposas. Una y otra vez.


#Yomequedoencasaleyendo

Desde que el pasado 14 de marzo fuese decretado el estado de alarma, muchos autores y editores de literatura juvenil han promovido la iniciativa #Yomequedoencasaleyendo para concienciar a todos y todas de lo importante que es quedarse en casa y detener la propagación del Covid-19.

SM, por ejemplo, ha organizado las Tardes de cuento (#AutoresQueCuentan), encuentros con sus autores en Instagram. Begoña Oro, Paloma Muiña, Roberto Santiago, David Lozano, Patricia García-Rojo, Llanos Campos… Una buena manera de pasar el tiempo conociendo a grandes escritores.

Kalandraka ha lanzado en su canal de televisión en internet la iniciativa Cuentos Contados, con víeos en los que los autores narran sus propios libros: Antonio Rubio, Bea Campos, Xosé Ballesteros, Olalla González o Loli Blanco.

También la asociación ¡Álbum!, constituida por 23 editoriales independientes ofrece material audiovisual en su canal de Youtube, para llevar a todas las familias el álbum ilustrado. Todos los días a las 11 (podéis seguir el hashtag #AlbumALas11), los niños y niñas podrán disfrutar de la labor de narradores profesionales dando voz a álbumes como Yo quiero mi gorro o El Sol, la Luna y el agua.






Comunicado de la asociación de editores de Madrid