La historia comienza en el momento en el que Steve Rogers (nombre real del Capitán América) despierta en el mundo presente después de estar veinte años congelado, tras su accidente en 1945. El Capitán ignora que la Segunda Guerra Mundial ha terminado y creyendo que su amigo Bucky está muerto, rememora un episodio vivido junto a él en plena lucha contra los nazis.
El interés de este volumen reside en la visión nostálgica que aportan los autores sobre uno de los personajes más emblemáticos del universo Marvel. Sigue el estilo melancólico de otras series como Spiderman: azul y Daredevil: amarillo; todos ellos se centran en la pérdida de un personaje importante para los superhéroes protagonistas.
Una vez más el trabajo del guionista Loeb se complementa a la perfección con las ilustraciones de Tim Sale y nos ofrecen como resultado un cómic muy sólido y agradable de leer.
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